VALOR DEL TIEMPO
Dolores Duggan nos comparte una pieza clave del libro Introducción al Conocimiento Logosófico, ideal para leer con calma y replantearnos cómo estamos invirtiendo nuestro activo más valioso.
La falta de tiempo que acusan quienes creen estar absorbidos íntegramente por sus preocupaciones, arroja un déficit que tarde o temprano concluye por producir serios desequilibrios en sus vidas.
Existe una medida del tiempo que todos debemos conocer: Si en diez minutos puede cumplirse un quehacer y no lo hacemos, y por el contrario derrochamos el tiempo ocupando en ese quehacer dos horas, habremos gastado inútilmente un valor que en lo futuro tendremos que lamentar.
El tiempo es uno de los agentes de mayor importancia en la senda del perfeccionamiento.
Perfeccionamiento también significa simplificación, intensidad, velocidad.
Logosóficamente la vida cobra intensidad porque se la ha simplificado y porque todos los movimientos de la inteligencia se tornan veloces, pues ésta no malgasta ya el tiempo en inútiles divagaciones ni consciente la pereza mental que la entumece. Y cuando se logra hacer en un día lo que en veinte o en treinta, la vida se amplía en forma extraordinaria, ya que con ello se multiplican las posibilidades de disfrutarla a conciencia y se avanza en el cumplimiento de su gran cometido.
El tiempo se pierde, en gran parte, cuando no se hace nada; cuando la mente divaga o no piensa. Tiempo que se pierde es vida estéril, que no merece siquiera el honor de ser recordada. He ahí un llamado de atención para quienes malogran su tiempo lamentablemente.
La administración del tiempo es factor preponderante en la vida. Hay que ganarlo como el pan; y se lo gana cuando se vive a conciencia. Vivir así es mantener una permanente atención en todo lo que se hace.
Dominar el tiempo, haciendo que sea fértil o productivo, es haber conquistado una de las claves de la evolución.
Instruído sobre sus valores, el discípulo debe saber usarlo con inteligencia. La distracción, como el desgano, vician las energías y pervierten el ánimo.
El tiempo mejor aprovechado para el espíritu es aquel que el ser físico ocupa en su evolución consciente. Tener conciencia del tiempo que se vive en los dominios del saber significa haber trascendido la esclavitud a que es sometido el hombre en su ignorancia.
Dos instantes sublimes vive el discípulo en las primeras etapas del camino: el primero, cuando guiado por el saber logosófico encuentra al fin el tiempo necesario para dedicarlo a su propia evolución, que será la obra de su vida; el segundo, cuando tras aprovechar ese tiempo con inteligencia, advierte que puede ayudar en la evolución a sus semejantes.
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Fundación Logosófica en Pro de la Superación Humana
VALOR DEL TIEMPO
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La antena de los sueños: la teoría de Nahuel García que desafía a la ciencia
Durante veinte años, Nahuel García —biólogo y doctor en biotecnología nacido en Monte— fue incubando una idea que, de confirmarse, podría reescribir parte de lo que la ciencia sabe sobre la vida. Lo dice sin grandilocuencia, desde su oficina improvisada en la habitación donde creció: “yo tengo evidencia científica in silico que demuestra realmente que el ADN puede estar funcionando como una computadora cuántica, como un sistema cuántico”.